lunes, 19 de enero de 2009



Vieja barca, al abrigo de aquel su dueño, poseedor diario de un paseo por la Ría, pescando, paseando, divagando,………quizás disfrutando de este nuestro mar.
Como aquel que toma café o juega una partida de cartas, después de una buena sesteada en el sofá.


Dedicada a mi amigo Dionisio "el pescadero" de San Vicente de la Barquera, otro que acudió siempre que le llamé. No faltó a una exposición, aunque fuese tarde y siempre después de trabajar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SONIDOS

SONIDOS
SUENAN SONIDOS DENTRO DE UN MAR DE SILENCIO

DEDICADA A MI MADRE

DEDICADA A MI MADRE
zapatillas de un palmero